30 de noviembre de 2008

AL HOMBRE SILENTE DE MI BARRIO...

... e invisible en Noviembre.

Aunque vecino del barrio, nunca se habla de él, en tascas y bodegas otros centran la atención,no vive cerca del mercado, asi que tampoco en sus corrillos suele ser muy conocido. Siempre vivió en un corralón casi a las afueras de la collación y claro, como es hombre de su casa no suele dar que hablar, es un tío callado y además...

... es casi invisible en Noviembre.

En el barrio gustamos de mujeres, presumimos de ellas y algunos tienen varias (algo ha de quedarnos de aquel pendón verde a los moros capturado). Yo, aunque tenia un amor en el barrio e incluso otro cercano, solía pasar por aquel corralón de las afueras a flirtear con una mujer que allí vivía, mujer con muchos pretendientes y ante todos solícita... pero nunca vi a ese hombre que allí moraba...

... es casi invisible decían.

Algunos vecinos explicaban que el pobre, al ser un poco desaliñado, con greñas y barba cerrada, prefería esconderse en su cuarto en vez de salir a saludar; otros aseveraban que no, que era tan tímido que tras las rejas de su cuarto se escondía para mirar a los vecinos que iban a ver a la mujer importante del corralón; la mayoría decía que era un hombre silencioso que no hablaba por no molestar...

... y que desaparecía en Noviembre.

Apenas salía de casa, si acaso una vez al año, si sólo una; pues a pesar de su invisibilidad tenía un grupo de amigos que lo buscaban y lo sacaban a dar una vuelta; buena gente estos amigos que echaban un rato con él; rato tan bueno que al final siempre la acababan liando, con clase y elegancia... pero liándola. Eso dicen en el barrio, yo nunca lo ví; el día que este vecino salía a pasear yo siempre tuve una cita con un amigo que vive en un barrio cercano.

Hace días volví al barrio y me acerqué al corralón; la mujer seguía tan solicitada cómo siempre y la mayoría de sus pretendientes no reparaban en la habitación de este antiguo vecino, ¿se habrá mudado?, ¿se habrá hartado de ser invisible?; me acerqué con miedo a su cuarto y... no, no se había hartado, nunca se harta. Nos saludamos como viejos vecinos y me fuí. Me fuí tranquilo porque aun sigue allí tras las rejas de su cuarto.

Siempre allí casi invisible y silencioso
el viejo vecino de mi barrio...





14 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Al final de Calle Feria, una vez me paré y le dije algo que para mi era imposible imaginar que sucediera. Días después en esa misma esquina sucedió lo impensable y años duró.

Tiene algo especial ese hombre.

Diego Romero dijo...

Pues es todo un lujo penetrar en la habitación de tu vecino, querido calleferia. Y sobre todo en noviembre, y mientras se oye el murmullo al otro lado de la reja recrearse en su Bella Estampa, y en el Silencio de su habitación dejarse llevar; sólo, dejarse llevar… Y que solamente sienta el Desprecio de ese otro vecino con la nariz muy larga que sólo aparece por el barrio el Domingo de Ramos para poner su sillón y ver pasar el día.
Hay Sagrarios donde el encuentro con Dios es más fácil si cabe, y la habitación de tu vecino es uno de ellos, con el permiso de la Señora del corralón.

Un abrazo.

Juan Duque Oliva dijo...

Bueno, yo hablo del silente que está tras las rejas en la ventana

Enrique Henares dijo...

Simplemente magnífico, Luis.

Tu personalidad escribiendo no tiene límites.

Híspalis dijo...

Luís, ¿dónde vas a dejar el listón de alto? ¿tiene límite?

Maravillosa entrada, me has transportado al interior de tu alma por un momento, he vivido cada palabra, cada línea, ...

Gracias por esta degustación tan exquisita.

Un fuerte abrazo. Espero y deseo que todo vaya a mejor. Sabes dónde me tienes.

Reyes dijo...

Precioso.
Un dardo directo al corazón, como suelo decir.
Me dejas impresionada, escribes con el corazón, como si la mitad de él se hubiese quedado para siempre en la calle que a ambos nos retiene, a tí por la plaza y a mí por Sus Ojos.

Un beso, artista.
c.d.m.

Canónigo Alberico dijo...

menos mal que volviste pare, menos mal. El callejero estaba incompleto. Un abrazo

sevillana dijo...

Gracias por abrirnos las puertas y mostrarnos a ese Hombre invisible, a ese Hombre que todo lo puede, a ese Hombre que cuando un día te cruzas ante El se te caen dos lágrimas y no sabes ni que decirle.
Gracias amigo

Zapateiro dijo...

Ese hombre silente tiene más valor,si cabe, en noviembre y lo sabes porque eres de los que sienten sin miedos y dejas que el corazón te hable.

Un saludo. Me encantó tu entrada.

costalero gruñón dijo...

eso es así...

Saludos desde Granada

sevillana dijo...

Te he dejado un comentario en mi blog, pasate a leerlo cuando puedas

Híspalis dijo...

Querido amigo, esta tarde, de 7 a 8 en Punto Radio Sevilla, tendremos la oportunidad la comunidad bloguera sevillana de entrevistar al delegado de Urbanismo, Gómez de Celis, en el programa de la Radio de los Blogueros. Si deseas hacerle alguna pregunta tan sólo basta con dejarla en el blog del programa. Gracias y un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Navegando por las esquinas de internet, y cuando asgo el ratón con mi mano izquierda, encuentro este blog, elegante, muy bien estructurado, pero.... cual ínclito copiador de novelas eres, aqueste acérrimo inculto, ve en tí un verbo deslumbrante, pero hacedor de buenas copias.

Calleferia dijo...

Querido Luz de Gas, tu aquí hablarás de lo que quieras, que para eso es tu casa.

Lacava, no sabes la que el tío de la nariz larga le da a los amigos de mi Vecino el día que lo sacan a pasear.

Enrique, que digo yo que algo siempre se pega, ¿no?.

Lo sé querido Híspalis, lo sé.

Unos ojos, una plaza, una calle...para que más querida c.d.m., para que más.

Querido Canónigo, nunca lo dejásteis...nunca.

Nada, querida Sevillana, no hay que decirle nada...todo lo entiende, todo.