20 de julio de 2009

13 "PROBLEMILLAS" 13

R.F.G. alias Rafita, vejó, violó, atropelló, asesinó y prendió fuego en compañia de otros tres valientes a la jovén Sandra Palo en 2003. Salió de la cárcel en 2007 y en junio de este año volvió a presentarse ante la justicia por otras cuentas pendientes. En dicho juicio, este asesino se refirió a su delito anterior cómo . . . "un problemilla".
En Baena hace diez días y en Isla Cristina el sábado, han habido trece problemillas. De los trece machotes, doce son menores por lo que no irán a la cárcel y a lo sumo pasarán cuatro años en un centro de internamiento. De estos doce, los que son menores de trece años se irán de rositas y podrán colgar sus hazañas en alguna red social de internet.
¡¡ Cambiemos la ley del menor !! vociferan los medios y el pueblo, ¡¡ la panacea será cambiar la ley del menor !! dicen jueces y policías. Por lo visto, en este país todo el mundo piensa que cuando un animal de estos está cometiendo una atrocidad, también está pensando a la vez en que la ley del menor le protegerá. Nadie parece darse cuenta de que la dichosa ley es abordada a posteriori, cuando ante una supuesta responsabilidad penal se buscan brazos ejecutores de menores para que carguen con la acusación.
El problema, el verdadero dilema no está en cambiar una ley por pésima que sea (que lo es), sino en tener el valor suficiente para que políticos, educadores, padres y medios de comunicación reconozcan que en Andalucía los jóvenes menores de 25 años padecen una crisis de valores y de principios que les hace tener serios problemas para distinguir el bien del mal. Y no tener claros estos conceptos nos remite al "todo vale y nada importa".
Y aunque toda generalización es injusta, en el mundo juvenil universitario en el que me muevo (en teoría el más formado), es imposible mantener una conversación sobre política, historia, economía, religión, literatura, arte, actualidad, etc. Sólo si tienes la suerte de toparte con un erasmus de centroeuropa o un alumno procedente del cono sur americano podrás charlar de estos temas.
¿ Y por qué políticos, educadores, padres y medios miran para otro lado?, ¿Será porque todos saben que son culpables de esta situación?. La casta política (si, casta) se dedica a ir de guay frente a la juventud pensando en aquel viejo aserto de que cuanto más ignorante es el pueblo más manejable será. Nuestra adelantada y super moderna juventud tendrá ordenadores en las aulas, preservativos gratis, abortarán sin que los padres se enteren y leerán que en una asignatura les recomiendan ver cine europeo en vez de americano. Lo que nuestros ignorantes políticos obvian es que el aserto anterior era válido cuando el pueblo tenía hambre y nuestra juventud no tiene hambre de nada. Por lo tanto llegará el día en que se revuelvan contra el sistema.
Los educadores temen imponer la disciplina. Cómo ha dicho Virgilio Zapatero, ex ministro socialista "En treinta años, hemos pasado de una educación de sólo deberes a una de solo derechos con escasas o nulas obligaciones". En clase se pasó del usted al oye tú. Los maestros y profesores tienen las manos atadas pero no pueden o no quieren hablar (un alto porcentaje de la casta política andaluza tiene la profesión de maestro o profesor universitario).
Los medios de comunicación, especialmente los audiovisuales no están por la labor, el share manda y siempre es bueno tener en la academia de OT a unos jóvenes aspirantes a cantantes que no saben quién es Bruce Springsteen, no les interesa el deporte ni la política y que jamás leen un periódico.
Y los padres . . . los padres decidimos ser amigos de nuestros hijos en lugar de padres. Y asi nos va. Mirábamos para otro lado cuando había que mirar a la disciplina, perdimos el respeto de nuestra juventud y ellos perdieron el norte.
Y mientras tanto, la niña violada por seis animales en Baena, se va de su pueblo mientras los violadores pasean por sus calles.