27 de octubre de 2009

UN LARGO SAN MARTÍN

Y para algunos demasiado largo

A todos les llega el suyo,
unos tarde y otros temprano lo reciben,
un plisplas les dura a algunos,
a otros en cambio, toda una vida.

Pero que siempre llegue el mismo día
sólo a usted le ocurre.
Un octubre 26, dejó títulos por dinero,
otro 26, también de octubre, el judío no le quiso.
Ahora, de nuevo en octubre y otra vez el 26,
un rico ruso de usted se ha hartado.

Largo San Martín el suyo,
a todos les llega, y a usted por tres veces ya;
cosa lógica: "tan buen entrenador cómo mala persona",
su representante aseguró cuando de usted hablaba.
Lo segundo evidente es, lo primero . . .

Lo primero tan claro no está señor mío.
Vistos sus últimos "éxitos" quién sabe,
quién sabe si lo que de verdad era bueno
no era usted, sino el equipo que le dieron,
el equipo al que vendió, al que tirado dejó.

En fin, querido traidor pesetero, lo dicho:
Que siga usted por muchos años
disfrutando de su San Martín.