20 de diciembre de 2009

BÚSCALA

Pero no en el Corte Inglés, allí no está.
Tampoco la encontrarás en borracheras absurdas
de Nochebuena o Fin de Año.
No pienses que aparecerá en cenas,
o comidas hipócritas de trabajo.

Búscala en tí,
cierra los ojos . . . y allí está.

Está en ese olor especial que en la cocina
tu madre conseguía la noche del 24.
En la forma en que tu padre
el nacimiento ponía. Está en esa caja,
que cómo tu túnica sólo una vez al año se abría.
La encontrarás en una vieja manta en el sofá
mientras juntos veíais Que Bello es Vivir.

Pero no abras los ojos todavía, búscala más.

En una llamada inesperada de alguien a quien quieres,
quizás la encuentres en la voz de tus hijos,
que aun mayores contigo se levantan el 6 de Enero.
O en una lista guardada en un bolso
donde tu mujer apuntó los Reyes por ti deseados.
Quién sabe, quizás la veas en un sonido
que de Viena llega el 1 de Enero.

Búscala en tí,
mírate al espejo y descubre una mirada;
esa que tenías al ver al Niño Jesús hace años,
mientras las manos a serrín te olían.

Si alguna vez la perdiste, búscala,
pero búscala en ti . . . busca el olor a serrín.

Feliz Navidad.