29 de marzo de 2011

ASÍ NO ALFONSO, ASÍ NO

A mi amigo Alfonso Rodríguez Gómez de Celis

Querido Alfonso.

Acabo de visitar tu blog, cosa que hago habitualmente. Entiendo, respeto y a veces he podido compartir tu posicionamiento político. Sé, (porque te conozco desde que tu madre nos daba agua por la ventana los sábados por la mañana después de jugar al fútbol) que eres íntegro y crees lo que dices. No obstante, permíteme comentarte lo que experimento al ver este artículo en tu blog.

Soy informático, a punto de licenciarme en Filología Inglesa, hablo y escribo en tres idiomas, participo en varios blogs, me han publicado artículos y ensayos en revistas y publicaciones universitarias tanto en España como en el Reino Unido, me gustan las setas y siempre las he defendido, pero además. . . soy católico, cofrade y compro el Diario de Sevilla.

Entiendo que el señor Avendaño tire de demagogia y jacobinismo; de igual manera entiendo que exista el periódico donde escribe. Comprendo que tenga que haber estómagos agradecidos y lo respeto.

Pero no soporto la incultura. Estoy harto de que personas, personajes y personajillos se empeñen en transmitir que ser católico y cofrade sea sinónimo de falta de capacidad intelectual. Y por supuesto me indigna, que alguien (a quien en verdad sólo le une a Sevilla su antiguo puesto político en la Junta y sus puestos políticos en prensa) se mofe de nuestra forma de hablar (o lo intente).

En definitiva, querido Alfonso. Entiendo que tengas que aparentar que lees ese panfleto llamado Público, pero yo, que siempre te consideré inteligente, ecuánime y culto, no me creo, de verdad que no puedo creerme que en tu casa, en tu blog, des pábulo a este tipo de artículos tan de épocas pasadas donde todos los malos, carcas y analfabetos cofrades rancios sevillanos quieren parar el progreso de la ciudad.

Un abrazo querido Alfonso. . . y coméntale a Avendaño que la palabra "pisha" no la pronuncia nadie en Sevilla. Eso es en Cádiz, explícale que aunque estamos cerca no hablamos igual.


Editado
Gracias por contestar en tu blog Alfonso. Es una buena práctica a menudo olvidada por los políticos, las discusiones epistolares siempre son buenas.